Sumario
Consejos para evitar posibles fallos
Consejos para evitar posibles fallos
1. Campos electromagnéticos
2. Ojo con la carga estáticaCambia la pila cuando sea preciso
3. Los síntomas de que algo no va bien
4. Cómo proceder ante su instalación
Reemplaza los condensadores quemados
5. Con una soldadora
6. Sujeción del nuevo condensador.
Algunos de los fallos más habituales con que llega un PC al taller de reparación se localizan en la placa base. No obstante, no siempre hay que acudir a un especialista y muchos los podréis solventar vosotros mismos.
Nivel: Intermedio
Las placas base no han escapado al abaratamiento
que han sufrido la mayor parte de los componentes de los ordenadores,
debido al desarrollo tecnológico y al impulso de la fabricación masiva a
bajo coste. Actualmente, podemos encontrar en el mercado decenas de
placas por menos de 60 euros. Y eso es bueno, porque significa que
incluso las personas con presupuestos modestos podrán acceder a un PC,
al mismo tiempo que los entusiastas y los aficionados más exigentes
también tendrán a su disposición placas base cuidadas hasta el más
mínimo detalle y en cuya fabricación, en algunos casos, se han utilizado
componentes de gran calidad avalados por certificaciones militares. Eso sí, algunas de ellas superan con holgura los 400 euros.
Teniendo presente esta disparidad de precios, es muy razonable preguntarse cuándo merece la pena arreglar una placa base. Nosotros creemos que si la reparación conlleva la sustitución de algún componente, como un condensador,
solo merece la pena en aquellas de alta gama, por las que hemos
afrontado un desembolso considerable. De lo contrario, nuestra inversión
se iría al traste.
Un cambio puede llevar a otros
Hay
otro escenario muy interesante en el que la reparación también cobra
sentido. La placa base cohesiona todos los elementos del PC, por lo que
un cambio de esta envergadura con frecuencia acarrea la sustitución de otros componentes.
Ilustrar esta situación no es difícil. Imaginemos que tenemos un
ordenador que tiene tres o cuatro años, y por el que en su momento
pagamos 999 euros. Probablemente, seguirá siendo un equipo competente,
capaz de ejecutar buena parte del software actual, aun cuando carezca de
componentes de alta gama. Si, por ejemplo, se quemase un condensador
de la placa base, podríamos sopesar la posibilidad de comprar una nueva
y, así, reemplazar la dañada. El problema al que nos podríamos
enfrentar es que la mayor parte de las placas base actuales utilizan memoria DDR3 y están preparadas para trabajar con microprocesadores de AMD o Intel relativamente recientes.
En esta tesitura, es probable que, además de afrontar el desembolso
que conlleva la compra de una nueva placa, nos veamos obligados a
adquirir también módulos de memoria de última generación y un procesador
más moderno. Puede que, incluso, se vea involucrado algún otro
componente. La inversión sería elevada y, en cualquier caso, mucho más
abultada que la exigida por la reparación de la placa, a menos que
acudamos al mercado de segunda mano y encontremos a buen precio una placa base de características similares a la nuestra.
Lo
realmente importante de este escenario es que debemos ser conscientes
de que con un cambio de placa podemos vernos arrastrados a través de
varios cambios consecutivos en cascada. Por esta razón, si tenéis algún
problema con vuestra placa base, sopesad detenidamente todas las
posibilidades. Como veréis a continuación, algunas reparaciones no son difíciles de acometer y nos pueden ahorrar mucho dinero.
Consejos para evitar posibles fallos
1. Campos electromagnéticos
La mayor parte de los componentes que están emplazados en una placa base son especialmente sensibles a la electricidad estática y los campos magnéticos.
Ambos fenómenos son muy habituales hoy en día. De hecho, por ejemplo,
basta que demos unos pasos descalzos arrastrando los pies por una
alfombra o moqueta para que acumulemos en nuestro cuerpo carga estática.
Y
si cabe, los campos magnéticos son aún más frecuentes. Obviamente, los
cables de alimentación de nuestros electrodomésticos y equipos
informáticos son conductores, y no siempre están bien aislados, por lo
que en su ámbito de influencia suele generarse un pequeño campo
magnético. También aparecen cerca de los altavoces,
especialmente si son de alta gama, pues todos ellos utilizan potentes
imanes (los mejores son los de neodimio) para transformar la energía
eléctrica que reciben desde la sección de amplificación en la fuerza
motriz que provoca el desplazamiento del diafragma. Esta transformación
de energía, que es el cometido de cualquier transductor, es en última
instancia la responsable de que, a partir de energía eléctrica,
obtengamos energía acústica, y, por lo tanto, sonido.
Nuestra intención no es entrar en detalles farragosos, pero merece la pena saber que Michael Faraday, un químico y físico inglés que vivió durante la primera mitad del siglo XIX, se percató, grosso modo,
de que las cajas metálicas colocadas dentro de la zona de influencia de
un campo electromagnético se comportan como conductores en equilibrio
electrostático. Esto significa que en el interior de la caja ese campo
no tendrá efecto. Lo curioso es que la caja no tiene por qué tener
paredes sólidas; también funciona con rejillas, lo que ha provocado que
este efecto se conozca popularmente como Jaula de Faraday.
Los paneles metálicos del chasis de nuestro PC
actúan como una auténtica Jaula de Faraday, protegiendo eficazmente los
delicados componentes electrónicos que se aglutinan en su interior de
los campos electromagnéticos y otras perturbaciones ambientales. En
consecuencia, os aconsejamos que mantengáis cerrada la caja
de vuestro ordenador. Todos conocemos entusiastas que cambian con
frecuencia componentes de su equipo y prefieren mantener uno de los
paneles retirados mientras lo utilizan, pero estas prácticas pueden
poner en serios apuros la integridad de los componentes más sensibles.
2. Ojo con la carga estática
Como hemos mencionado en el paso anterior, nuestro propio cuerpo puede almacenar una cantidad considerable de carga estática que es posible eliminar al entrar en contacto con otro cuerpo. Este trasvase de electrones puede ser suficiente para dañar alguno de los delicados componentes de la placa,
por lo que es importante que, antes de acceder al interior de nuestro
PC para, por ejemplo, instalar una nueva tarjeta o unidad, nos
deshagamos de toda esta carga estática que acumulamos en la superficie
de nuestro cuerpo.
La forma más sencilla de llevarlo a cabo consiste en tocar durante unos segundos alguna superficie metálica
de considerables dimensiones, como por ejemplo el chasis del PC. Abrid
bien las manos y colocadlas directamente sobre la caja metálica durante
unos segundos (deberían bastar no más de 10). Una vez que lo hayáis
hecho, podréis manipular su interior con bastante seguridad. No
obstante, si vais a tenerlo abierto durante un período de tiempo
considerable, puede ser una buena idea que repitáis esta operación para
evitar que vuestro cuerpo vuelva a acumular demasiada carga estática.
Una curiosidad: los operarios de las cadenas de ensamblaje de
dispositivos electrónicos y los trabajadores de los servicios técnicos
suelen utilizar una pulsera conectada a tierra que
libera a su cuerpo de la carga estática que puede acumular. De esta
forma, la probabilidad de que dañen por contacto los aparatos con los
que trabajan se reduce considerablemente.
Cambia la pila cuando sea preciso
3. Los síntomas de que algo no va bien
La pila de botón
alojada en la superficie de todas las placas base es la responsable de
preservar la fecha, la hora del sistema y, en general, los valores
asociados a las variables de la BIOS. Gracias a ella,
es posible mantener nuestra máquina desconectada de la corriente
eléctrica durante un período de tiempo prolongado sin perder la configuración del sistema
básico de entrada y salida. Por esta razón, el síntoma que suele
delatar el momento en el que debemos cambiar la pila de la placa es la pérdida de la fecha y la hora.
En
estas condiciones, también se irán al garete los demás valores de la
BIOS (en principio no es nada grave porque entrará en vigor la
configuración por defecto), pero lo más evidente es el error de la fecha
y la hora porque ambos datos nos los muestra Windows en el extremo
derecho de la barra de tareas.
4. Cómo proceder ante su instalación
Podemos adquirir nuestra nueva batería
en cualquier relojería, aunque también la encontraremos en algunas
tiendas de las grandes superficies. El procedimiento que debemos seguir
para reemplazar la pila gastada es muy sencillo. Primero tenemos que desenchufar el PC
de la corriente eléctrica. Después, retiraremos el panel lateral para
acceder a su interior y, si hace falta, nos abriremos paso a través de
los cables de alimentación y buses de datos hasta localizar sobre la
placa de circuito impreso el zócalo en el que reside la pila gastada.
Para
extraerla, solo tenemos que presionar sobre la pestaña metálica que la
mantiene sujeta con la punta de un destornillador plano o un bolígrafo.
Por último, colocaremos la nueva batería sobre el
zócalo y presionaremos sobre ella con suavidad hasta que quede encajada.
Cuando adopte su posición definitiva, debe sonar un clic.
Es importante tener presente que las pilas no se deben arrojar a los
contenedores de basura convencionales. La forma más cómoda de reciclar esta
pila consiste en depositarla en alguno de los muchos establecimientos
comprometidos con el reciclaje de estas baterías, como por ejemplo las
joyerías y estancos.
Reemplaza los condensadores quemados
5. Con una soldadora
Los condensadores se encuentran entre los componentes más delicados
de los dispositivos electrónicos. En función de su diseño, en la
superficie de las placas base, podemos encontrar entre 30 y 50 unidades,
por lo que es fácil hacerse a la idea de su importancia. Un condensador
es un componente electrónico pasivo capaz de almacenar energía eléctrica durante la fase de carga y de suministrarla cuando se produce la fase de descarga.
Aunque
no se averían con frecuencia, cuando se estropean, suelen provocar que
el PC se cuelgue o se comporte de forma errática, pudiendo, incluso, ser
incapaz de arrancar. Por fortuna, no es difícil comprobar si uno o
varios condensadores se han quemado, porque su superficie siempre
aparece deformada o ennegrecida.
Este problema suele producirse cuando la fuente de alimentación del ordenador es incapaz de filtrar un pico de tensión,
o bien lo genera ella misma a causa de una avería, y proporciona a uno o
varios condensadores una tensión superior al umbral máximo que son
capaces de soportar. En estas condiciones, suele producirse un arco entre sus electrodos,
provocando que su contenido electrolítico se evapore, por lo que,
literalmente, se queman. Afortunadamente, si somos cuidadosos, no es
difícil reemplazarlos, aunque aconsejamos que solo los usuarios que
están familiarizados con las soldadoras de precisión se aventuren a
intentarlo. Un pequeño desliz y la placa podría quedar inservible.
Lo primero que debemos hacer es retirar de la superficie del PCB los
componentes dañados. La forma más sencilla de hacerlo pasa por dar la
vuelta a la placa y calentar ligeramente los dos contactos de la base del condensador que asoman por el reverso utilizando una soldadora
de baja potencia. Cuando estén calientes, podremos extraerlo sin
dificultad tirando directamente del condensador con unos pequeños
alicates desde la parte superior de la placa base. Es esencial tener
mucho cuidado para no dañar ninguno de los componentes adyacentes, ni
tampoco las pistas cercanas de la placa de circuito impreso.
6. Sujeción del nuevo condensador
Los condensadores que debemos instalar en nuestra placa base deben tener las mismas propiedades físicas que los que hemos retirado, por lo que os aconsejamos que acudáis a una tienda de electrónica con los dispositivos quemados para que os proporcionen otros idénticos.
Fijar los nuevos elementos no es difícil. Solo debemos colocarlos en su lugar y soldarlos por el reverso de la placa base empleando una pequeñísima cantidad de estaño
en cada contacto. No obstante, antes de hacerlo, debemos comprobar que
los hemos colocado de manera que se respete la polarización correcta; de
lo contrario, se quemarán. Prestad mucha atención a su colocación y
emplazadlos exactamente como estaban los condensadores originales.
Fuente: http://www.pcactual.com/articulo/zona_practica/paso_a_paso/paso_a_paso_hardware/12499/atrevete_reparar_los_elementos_danados_placa_base.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario